En el IQ, equipo de punta para estudiar macromoléculas
En la vanguardia
Cuenta con un equipo de difracción de Rayos X de ánodo rotatorio con un detector de placas fosforescentes RAXIS IV –único en México– y que pone en la vanguardia a la UNAM en este campo. Se pueden colectar datos de gran calidad para la determinación de las estructuras tridimensionales de macromoléculas biológicas a nivel atómico. Esa información es fundamental para el diseño de medicamentos, la ingeniería de enzimas y el estudio de los mecanismos relacionados con
enfermedades neurodegenerativas, entre otros. Además, permite hacer indagaciones acerca de la interacción ligando-proteína. Tiene dos unidades: una de Resonancia Magnética Nuclear, que se ubica en el Centro de Investigaciones Químicas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, y otra de Cristalografía de Rayos X, en el Instituto de Química de la UNAM. Ambas son complementarias y posibilitan determinar la estructura tridimensional de las macromoléculas, útil en el diseño de medicamentos, en la ingeniería de proteínas y en estudios sobre oligomerización, entre otros.
Historia:
Nuevo edificio: Más tarde, las autoridades universitarias recorrieron el nuevo edificio del Instituto, el cual permitirá fortalecer sus labores de docencia e investigación. Conformado por dos alas unidas, cada una de ellas de dos niveles, tiene una superficie construida de mil 250 metros cuadrados y 50 metros cuadrados de exteriores, con elevador. En la planta baja hay 10
cubículos, una sala de juntas y cuatro aulas; en el primer nivel están distribuidos 14 cubículos, una sala de juntas y dos salas de usos múltiples. Dos de los espacios están diseñados para investigadores eméritos
Aprobado en diciembre de 2006 por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el laboratorio surgió de la colaboración entre esta casa de estudios y la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, y fue visitado por el rector José Narro Robles; Carlos Arámburo de la Hoz, coordinador de la Investigación Científica, y Gabriel Eduardo Cuevas González Bravo, director del Instituto de Química. Funciona desde agosto de 2010 y, hasta el momento, ha brindado apoyo a siete entidades académicas de la UNAM: las facultades de Medicina, Odontología y Química, los institutos de Investigaciones Biomédicas, Biotecnología, Fisiología Celular, y Química; así como a otras instituciones, como la Universidad Autónoma Metropolitana y el Instituto Nacional de Pediatría. De hecho, explicó Adela Rodríguez Romero, integrante del Lanem e investigadora del Instituto de Química, algunas de estas instancias tienen ya científicos que hacen estudios estructurales. No obstante, en los casos en los que no se tenga el conocimiento necesario, “nosotros los apoyamos en todas las etapas de los proyectos, desde la obtención de los cristales adecuados hasta la determinación de la estructura final”.
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